viernes, 5 de febrero de 2010

Dulce locura




Era un día normal como otro cualquiera. Ella se sentó en su pupitre, dejó la mochila, sacó los libros y cuadernos, la agenda, el estuche... Iba a ser un día como otro cualquiera. Se dio cuenta de que el libro abultaba mucho en la mesa, lo levantó y descubrió que éste aplastaba una pequeña cajita con corazones dibujados a sus laterales. Miró a sus alrededores, hacia alante y atrás, desconfiada.

Es un día normal - se repetía. Ni era su cumple, ni su santo, ni tenía novio, no era San Valentín...

Indecisa, terminó abriendo la cajita. ¡Sorpresa! Chuches con forma de corazón.

Dulce locura... ¿quién podría haber sido?

La verdad es que cualquiera podría saber que me encantan las gominolas - se intentaba convencer - Seguro que alguien me ha de haber visto deborando la bolsita de 1€ de chuches que me compro en todos los recreos... - seguía autoconvenciéndose.

Cogió una gomita y comenzó a olisquearla:

No vaya a ser que le hayan echado algo... - decía incrédula.

No parecía tener nada raro. Le pasó por encimilla y de refilón la lengua, estaba dulce, como cualquier otra chuche.

Puede que sea una chica de la clase, pidiéndome que forjemos la amistad... - ya no sabía que más inventar. No llegaba a nada claro.

Terminó metiéndose una chuche en la boca. Le dio por aventurar; ¿Por qué ponerse en lo peor? - se dijo así misma- Quizás sea un chico rubio, alto, de ojos azules, que ha venido nada más y nada menos que desde Cambridge galopando sobre su albino corcel llamado Shakespeare para entregarme esta cajita de gominolas hechas a mano por sus 100 sirvientas y pedirme matrimonio en lo alto de las mesas de la cafetería del instituto... - soñaba en su pompa.

Cuando estaba saboreando el pica pica y dejando explosionar los sabores en su paladar alguien posó su mano en su hombro. Mientras ella se iba dando la vuelta visualizaba a su príncipe Gran Bretaño de mechones dorados y ondulados que dejaban entrever sus eléctricos ojos de azul océano.

- Hola - la saludo Jake, el empollón de la clase.

- Ehm... hola - le saludó aturdida, su mente aún buscaba un rasquicio de su príncipe en los fuertes rasgos latino americanos de Jake.

- ¿Te han gustado las chucherías? - el pobre mío se sonrojó hasta tal punto que parecía Gazpacho de los Fruitis.

- Sss..ss.ssí.

- He analizado todos tus movimientos durante los 3 últimos meses. He notado que prefieres comer gominolas a solas en el recreo antes que estar hablando con las chicas de la clase, te pasas dibujando todas las horas de clase, de vez en cuando te he pillado sacándote un moquillo y pegándose lo al chico de tu izquierda, que por los gestos que haces cuando hablas con él creo que no te cae muy bien... Bla bla bla blableblublublublo bla bla bla bli bli....

Príncipe mío, aún sigo esperándote - pensaba ella mientras Jake la bañaba en sus escupitajos espontáneos que se condimentaban con los restos de comida anterior de los hierros de éste...

2 siropes derramados:

Dani D Peto dijo...

joé! pobre jake!!!! ¬¬

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJA
gracias por alegrarme el día, Charlotte. sabes lo que es descansar un ratito de estudiar historia y decir "voy a echarle un ojo al blog" y encontrarme semejante historia? jajajajaja buenísima. no sé quién me da más pena: si el nerd o la pobre chica decepcionada. madre mía! xD

Publicar un comentario